Segundo capítulo de introducción a la Orientación Humanista en las relaciones de ayuda. // "Hemos empezado a reconocer que si podemos proporcionar comprensión acerca de la forma en que el consultante se ve a sí mismo en ese momento, él puede hacer el resto. Los terapeutas deben dejar de lado su preocupación por el diagnóstico y su sagacidad diagnóstica, deben desechar su tendencia a hacer evaluaciones profesionales, deben cesar en su esfuerzo por formular un pronóstico exacto, deben abandonar con perspicacia la tentación de guiar al individuo y deben concentrarse en un solo propósito: proporcionar una profunda comprensión y aceptación de las actitudes que el cliente tiene de un modo consciente, en el momento en que explora, paso a paso, las áreas peligrosas que ha estado negando a su conciencia."(Carl Rogers)